El poder está en cómo lo explicas, no en cuánto cobras
Este es un presupuesto real que envié hace poco:
Buenas tardes David,
1056,02 euros sería la perlita y 1440 la escayola con todos los materiales incluidos.
Te entra…
El material. Me encargo de ir a por él y llevarlo a la vivienda. Tanto la marca de perlita que uso como de escayola es Ruíz Dorantes. No es la más económica, pero su acabado es muy fino.
Limpieza superficial y retirada de escombros y su posterior depósito en un punto limpio.
En caso de aceptarlo, podría comenzar la semana del 5 de mayo.
Tanto si es aceptado como si no, te agradecería una respuesta en los próximos 3 días para contar con ustedes o darle prioridad a otros proyectos.
Puedes comparar otros presupuestos, es posible que los haya más económicos, solo debes asegurarte que sea profesional quien lo aplique. Pues hay muchos que aprovechan la falta de profesionales.
Que tengas muy buena tarde.
Ahora lo destripo para que veas cómo un presupuesto puede ser una herramienta de venta en sí misma.
1. Cifras claras, sin rodeos
1056,02 euros sería la perlita y 1440 la escayola con todos los materiales incluidos.
Nada de “aproximadamente” ni “según lo que salga”.
Aquí no hay trampa. Doy el precio exacto. Esto genera confianza.
2. Desgloso lo que entra (y lo que no, no hace falta decirlo)
Te entra…
El material. Me encargo de ir a por él y llevarlo a la vivienda.
Limpieza superficial y retirada de escombros…
Aquí no hablo de horas, hablo de responsabilidad.
Yo lo busco.
Yo lo entrego.
Yo lo recojo.
Y además, destaco la marca del material, porque no uso lo más barato. Uso lo que da buen acabado.
Eso justifica el precio sin que tengas que defenderlo.
3. Pongo límites de tiempo
Podría comenzar la semana del 5 de mayo.
Te agradecería una respuesta en los próximos 3 días…
No me quedo esperando.
Pongo un plazo.
Eso hace que el cliente sepa que tengo otros proyectos.
Y si quiere asegurar el suyo, tiene que decidir.
4. La antiventa que cierra más que una oferta
Puedes comparar otros presupuestos, es posible que los haya más económicos…
Esta es mi parte favorita.
Porque no muestro necesidad.
No le digo que soy el mejor.
Le digo: compara.
Pero con un aviso:
Asegúrate de que quien lo haga sea profesional.
Muchos aprovechan la falta de verdaderos profesionales.
Esto lo hace pensar.
No le cierro la puerta.
Le abro la cabeza.
¿Por qué funciona este tipo de presupuesto?
✔️ Soy claro. No doy pie a malentendidos.
✔️ Pongo en valor lo que hago, sin tener que justificar.
✔️ Marco tiempos, no me quedo esperando.
✔️ Invito a comparar, porque sé lo que valgo.
¿Y cómo aplicas esto a otros servicios?
Sea escayola, sea copywriting, sea coaching.
👉 Explica con detalle lo que entra.
👉 Justifica con hechos, no con excusas.
👉 Marca tiempos, límites y decisiones.
👉 No tengas miedo a que miren otras opciones.
Conclusión:
Un presupuesto no es solo números.
Es una oportunidad de demostrar que sabes lo que haces.
Y que no necesitas vender barato… para vender bien.
👉 ¿Quieres aprender a escribir propuestas que te ahorren negociar y te den autoridad?
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