¿Por qué nadie te hace caso cuando hablas de tu negocio?AIDA tiene la respuesta (y no, no es tu ex)

¿Por qué nadie te hace caso cuando hablas de tu negocio? AIDA tiene la respuesta (y no, no es tu ex)

Una vez me dijeron que lo mío no era un trabajo real.

Que escribir textos para vender era como vivir de hacer dibujitos con palabras.

Y lo entiendo. Porque cuando no sabes lo que es el copywriting,
te suena a invento de gurú flipado o de influencer con wifi de más.

¿Copyqué?
¿Copistería?
¿Derechos de autor?

No.
Copywriting es escribir para vender.
Así de sencillo.
Y así de jodidamente difícil.

Porque no se trata de juntar palabras bonitas.
Se trata de que el lector lea la primera línea.
Y luego la segunda.
Y después no pueda evitar seguir leyendo hasta hacer clic, comprar o dejar su correo electrónico.

Es hacer que la atención se convierta en acción.
Y para eso, hay una fórmula que lleva más años que tú en internet:
AIDA.
Atención. Interés. Deseo. Acción.
Sin ordenadores. Pecado IA. Sin filtros. Solo cerebro y estructura.


Atención

Si no captas atención, estás fuera.
Punto.

Tu post, tu web, tu email… todo muere si la primera frase no engancha.

Un mal titular es como intentar venderle una bicicleta a un pez.

Por ejemplo:

❌ “Conoce nuestra solución integral para pymes”
✅ “Tu negocio no crece porque tu web es más aburrida que un lunes sin café”

Ahí lo tienes. Una línea que hace que el lector diga: “espera, espera… ¿qué?”

Eso es lo que buscas.
No el Pulitzer. La atención.


Interés

Una vez captas el ojo del lector, toca agarrar la cabeza.
Y no con datos técnicos ni palabrería.

Aquí te conectas con tu problema.
Con lo que le jode. Con lo que piensa y no dice.

Tu producto es igual.
Lo que importa es cómo mejorar su vida.

Hablamos de ellos. No de ti.


Deseo

Ahora que ya te siguen, haz que lo quieran.
Que sientan que eso que ofrece les hace falta ya.

¿La clave?
Mostrar beneficios reales, transformaciones, historias, resultados.
Y si puedes, prueba social.

No digas solo lo que es.
Haz que lo visualicen.
Que dicen: “esto es lo que estaba buscando y no lo sabía”.


Acción

Y ahora, remates.
Pecado excusas. Sin timidez.

Un botón.
Un enlace.
Una frase.

Pero con intención.

Nada de «esperamos su contacto».
Mejor:
👉 “Agenda ahora y deja de perder clientes por culpa de tus textos”

Porque si no les dices qué hacer, no lo harán.
Así funciona la cabeza humana.


¿Y esto para qué me sirve?

Pues para que tus textos no suenen a relleno.
Para que no escribas por escribir.
Y sobre todo, para que tu mensaje deje de perderse entre el ruido.

AIDA es estructura.
Y cuando sabes usarla, da igual si escribes un email, una landing, un post o una servilleta.

Funciona.
No porque sea mágica.
Sino porque está basado en cómo decidimos las personas.

Si tienes algo bueno que ofrecer…
la copia hace que el resto también lo vea.

Y si no sabes por dónde empezar…
ahí sí entro yo.

👉 Pásate por hescriviendo.com
y agenda una cita gratuita conmigo.

Veremos dónde fallan tus textos,
cómo aplicar esta fórmula en lo que vendes,
y de paso, te suelto un par de chistes para que no se te haga bola.

Porque vender no tiene que sonar a vendedor.
Tiene que sonar la verdad.

Y eso, si sabes usar las palabras,
vende solo.

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